Pablo Aimar es uno de los grandes futbolistas que la cantera de River le ha dado al fútbol argentino. El Payaso debutó en el Millonario en 1996 y, a partir de entonces inició una brillante carrera. Sin embargo, el cariño del cordobés por la banda siguió intacto, por lo que decidió volver al club para brindar sus últimas funciones. Y, en el día de hoy se cumplen seis años del partido que le puso punto final a la carrera de Aimar.
El Payaso se marchó de River a principios del año 2001. Valencia de España se lo llevó a cambio de 24 millones de euros, una gran cifra para las arcas del club de Núñez. De esta manera, Pablito dio inicio a su periplo por el viejo continente. En el equipo Ché permaneció durante cinco temporadas, hasta que se marchó al Zaragoza. Tras dos años más en el fútbol español, decidió ir a probar suerte en el Benfica de Portugal.
En el club luso se quedó hasta el año 2013 y tuvo la oportunidad de volver a compartir cancha con su gran amigo, Javier Saviola. Luego de eso, se embarcó rumbo a una exótica aventura en Johor Darul Takzim de Malasia, donde jugó solo un año. Tras marcharse del país asiático y, a pesar de la lesión en el tobillo que lo aquejaba, el Payaso levantó el teléfono y le comunicó a Marcelo Gallardo que quería volver a River.
Así fue como, a mediados de 2015, Pablito regresó a su primer amor, donde también se encontraba el Conejo Saviola. El 31 de mayo, Aimar volvió a pisar el Monumental tras 14 años. River le ganaba por 1-0 a Rosario Central cuando el cordobés reemplazó a Leonardo Pisculichi, a falta de poco más de 15 minutos para el final. Ni bien ingresó, demostró que su calidad estaba intacta y colaboró para que la banda derrote al Canalla por 2-0.
El 3 de junio de ese año 2015, Pablo volvió a jugar, esta vez por Copa Argentina ante Liniers. River ganó por 2-0 y avanzó de fase, aunque las miradas estuvieron puestas en el volante, quien no sabía que ese iba a ser su último partido. Es que Marcelo Gallardo tomó la decisión de no incluirlo en la lista de la Copa Libertadores, a raíz de su problema físico. Fue por esto que un día como hoy, hace seis años, Pablo Aimar colgó los botines.