Seguramente hasta el día en el que anuncie que colgará los botines, los hinchas de River van a soñar con la vuelta de Lucas Alario. Sin haber surgido de las inferiores, el delantero se ganó el cariño y la banca de la gente a base de goles y títulos. Marcelo Gallardo lo trajo en silencio desde Colón y respondió, en quizás, el partido más importante de su vida.
Aquella final de la Copa Libertadores 2015 ante Tigres marcó un antes y un después para el Pipa. Su nombre sonó en el último mercado de pases, pero la realidad expone que el delantero está cómodo en el Bayer Leverkusen de Alemania. Sin embargo, esa comodidad se vio interrumpida en las últimas horas por el interés de un gigante del fútbol sudamericano.
Específicamente un grande Brasil. El Palmeiras, bicampeón de la Copa Libertadores, está interesado en contar con Alario. Y en estos días podría presentarle a los alemanes una suculenta oferta para quedarse con el goleador. Abel Ferreira, entrenador del Verdao, lo quiere sí o sí entre sus filas y por eso el equipo brasileño está dispuesto a desembolsar casi 10 millones de dólares.
¿Le corresponde algo a River?
La realidad es que el Bayer no quiere saber nada con venderlo. Pero la salida de Alario podría darse si el propio jugador manifiesta sus ganas de emigrar y se planta. Solo sumó 183 minutos en la Bundesliga actual. En ese lapso, Ingresó 11 veces, fue titular una sola vez y no marcó goles. En caso de realizarse la transferencia, River no recibirá dinero alguno.
Esto se debe a que al momento de venderlo, desde Núñez se desprendieron del 100% de su pase. Y porque además, el atacante santafesino no se formó en el Millonario, por lo que no corresponden derechos de formación. ¿Dolería verlo al Pipa jugando en Palmeiras, sabiendo que puede ser rival del conjunto de Gallardo en la Libertadores?