River y Colón de Santa Fe se enfrentaron en la final del Trofeo de Campeones. Con dos goles de Julián Álvarez, uno de Benjamín Rollheiser y otro de Jorge Carrascal, el consagrado de la última Liga Profesional ganó 4 a 0, logró un nuevo título y festejó en Santiago del Estero con sus hinchas. Pero otro de los más destacados fue Santiago Simón.
El conjunto de Marcelo Gallardo frente al de Eduardo Domínguez se vieron las caras este sábado. Dos estilos de acatamiento mutuo que protagonizaron maravillosos cruces en estos últimos años. Por cierto, el exdefensor se encuentra por arriba en el historial entre ambos directores técnicos. Pero en la noche de ayer, le tocó celebrar al Millonario.
El Sabalero esperaba replegado con las líneas en acople y River no lograba llegar al área de Leonardo Burián. El primer tiempo carecía de grandes ocasiones de gol hasta que Simón puso una pelota espectacular para Julián Álvarez, que definió con toda su jerarquía. El volante de River sumó una nueva asistencia clave en un partido más que trascendental.
Las cuatro asistencias claves
La primera fue, nada más y nada menos que en un Superclásico. El Millonario lo ganaba por la mínima hasta que Simón fue al fondo y tocó precisamente para Julián Álvarez. Luego, nuevamente ante un grande: San Lorenzo. El equipo de Gallardo se encontraba en desventaja y no encontraba el rumbo. Hasta que intervino Simón con un pase a la Araña quien definió de manera espectacular.
Contra Talleres y Colón, fundamental
Duelo bisagra. El líder contra el segundo. Una fecha después de ganarle a San Lorenzo, River se cruzaba con la T en Córdoba y a los 8 minutos sufría la expulsión de Felipe Peña. El Millonario no perdió el empuje y la pelota llegó a Simón que recibió abierto por la derecha y envió un gran buscapié que Robert Rojas conectó en el segundo palo. El partido del certamen.
Este sábado por la noche, el equipo del Muñeco había comenzado mejor que el Sabalero. Pero el primer tiempo fue chato. Los espacios no abundaban, excepto en la mente de Simón que le cedió una magnífica pelota a Julián Álvarez para abrir el partido. En clásicos, en partidos letales de la competencia y en una final. Santiago Simón aparece cuando la necesidad es enorme.