De cara al partido contra Talleres de Córdoba, Marcelo Gallardo deberá rearmarse más que nunca. Casi 10 bajas sufrió el entrenador de River, pero intentará colocar en cancha lo mejor que tiene. Y uno de los que podría decir presente desde el inicio es Esequiel Barco. Justamente quien vivirá este compromiso de una manera muy particular y de gran importancia.
Con la ausencia de Nicolás De La Cruz (afectado a la selección uruguaya por la fecha FIFA), este sábado ante Talleres y en pleno estadio Monumental a Esequiel Barco se le presentará una chance más. Sí, la que le permita lograr el despegue que se espera de él desde que llegó a River como un refuerzo top en el comienzo del corriente año.
Cuenta con la materia prima futbolística y el coraje que pretende el DT en los futbolistas desequilibrantes. Además de que sus cualidades encajan con el estilo tradicional de River. Resulta lógico que haya tenido que atravesar un proceso de adaptación al intenso equipo de Gallardo. Pero llegó el momento de que Barco se muestre más que nunca.
Esequiel Barco y sus grandes cualidades
Por eso, el compromiso frente a Talleres es de sumar importancia. Gallardo sabe que la explosión y el atrevimiento de Esequiel le puede aportar un desnivel individual. Algo que ningún otro jugador del plantel le ofrece, sólo con la excepción de los picantes arranques de Pablo Solari aunque en otra zona de la cancha o con las aceleraciones de De La Cruz, más cerca del círculo central.
A lo que aspira el DT es a que Barco aplique su esfuerzo para pedir siempre la pelota con mejor juicio colectivo, que entienda que su gambeta debe ser para limpiar los ataques, romper líneas o penetrar en el área rival. Y que en otros sectores del campo, River necesita que él se conecte con sus compañeros, que descargue y ataque los espacios jugando a uno o dos toques.
