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River en la Liga

¿Qué pasó? El fuerte enojo de Marcelo Gallardo en Tucumán que sorprendió a los hinchas de River

El Muñeco tuvo un momento de furia.

Marcelo Gallardo
Fuente: River Plate

Sabido es que para Marcelo Gallardo no hay diferencias, y vive cada partido como si fuese la final más importante. Así lo demostró en los últimos tres encuentros de River, a pesar de que el equipo ya había salido campeón en el Torneo de la Liga Profesional. Incluso, en el empate de ayer frente a Atlético Tucumán, explotó de bronca y sorprendió a los hinchas.

Tras golear a Racing 4-0 y conseguir el título, River no volvió a ganar, y apenas sumó dos puntos de los últimos nueve. Ya sea por cansancio o relajación, el equipo bajó el nivel en las tres fechas que quedaban por disputarse, algo que suele ser bastante común. Está claro que la banda arrasó a lo largo de todo el certamen, y se dio el lujo de festejar con semanas de antelación. Sin embargo, eso no significa que Marcelo Gallardo deje de exigir.

En la tarde de ayer, se lo vio muy activo en el partido entre River y Atlético Tucumán, y sufrió por el flojo primer tiempo de sus dirigidos. A su vez, se metió a la cancha para calmar a Agustín Palavecino, quien estaba teniendo una acalorada discusión con algunos de sus rivales. Lo cierto es que el Millonario se fue al descanso perdiendo 1-0, y el Muñeco metió mano en el complemento.

Mandó a la cancha a Enzo Fernández y a Julián Álvarez, y el equipo mejoró considerablemente. De hecho, Araña marcó la igualdad con un tremendo golazo, y le permitió a River llevarse un punto en la última fecha. Más allá de esto, el Muñeco quería despedirse con una victoria, y quedó muy claro en los minutos finales del partido.

Se enojó muy fuertemente con Hernán Mastrángelo, el árbitro del encuentro, por el tiempo de juego que adicionó. El juez solo dio cuatro minutos de descuento, y Gallardo entendía que era poco. Según el DT, el partido había estado muy cortado, y quería que sus dirigidos dispongan de más posibilidades para ganar. Es por esto que se quejó con el pito principal y también con Mario Ejarque, el cuarto árbitro, en lo que fue un final caliente.