El pasado domingo, River volvió a tener actividad en la Liga Profesional de Fútbol, y consiguió un tremendo empate en Rosario. Sabiéndose campeón del certamen, el conjunto de Marcelo Gallardo visitó al Canalla con cierta comodidad, y se llevó un punto. Pero uno de los principales focos de la tormenta estuvo puesto en el arbitraje.
Al 28’, Marco Ruben abrió la cuenta para el local, y alcanzó la línea del máximo goleador histórico de Rosario Central. Sin embargo, hasta allí iba todo bien, pero la polémica se instaló en el complemento. Cuando transcurrían 13 minutos de la segunda etapa, el delantero convirtió el segundo en su cuenta personal, y se desató la locura.
El ex Millonario, quien ya estaba amonestado, se subió al alambrado para celebrar el gol con la hinchada. Según el reglamento, esta acción era meritoria de amonestación, por lo que Ruben debía ser expulsado. No obstante, Pablo Echavarría, el árbitro del encuentro, lo perdonó, y los hinchas de River explotaron de enojo.
Una vez terminado el partido, el colegiado habló sobre lo ocurrido, y explicó su versión de los hechos. “Él fue y se agarró de la tela, no vi un festejo desmedido ni que haya subido tres o cuatro metros para arriba. Fue un festejo generalizado entre todos sus compañeros. No me parecía sacar a un jugador del campo de juego por una celebración que no fue tan alocada”, comentó.
Pero, además, agregó: “Él tendrá un sentimiento por llegar a ser el máximo goleador de este club, y es entendible también”. Es muy probable que la hipotética expulsión de Ruben hubiera cambiado el trámite del encuentro, aunque es imposible saberlo con certeza absoluta. Pero a pesar de ser “perjudicados”, los de Gallardo consiguieron un empate digno de campeón.