Sabido es que para que un equipo consiga éxitos es fundamental contar con un arquero de jerarquía. Y River ha encontrado en Franco Armani su salvador. El Pulpo fue vital en el ciclo Gallardo desde su llegada y, tras algunos cuestionamientos, anoche volvió a aparecer en todo su esplendor. Es que sostuvo el arco Millonario en más de una oportunidad y permitió que la banda derrote a Central Córdoba.
No hay dudas de que en el fútbol argentino hay grandes arqueros, pero no todos son considerados para jugar en un equipo grande. Lógicamente, para ocupar el arco de los clubes más importantes del país, hay que estar muy fuerte mentalmente y prepararse para responder en jugadas puntuales. En el caso de River, tras la salida de Marcelo Barovero, fue a buscar a Franco Armani, quien entendió esto a la perfección.
Sin dudas, no era fácil reemplazar a Trapito, que había dejado una gran huella en el club. Pero al Pulpo no le temblaron las manos y tuvo grandes actuaciones desde su llegada. Más allá de esto, en el último tiempo, muchos se animaron a decir que su nivel había bajado, y que por eso había perdido la titularidad en la Selección Argentina. Sin embargo, Armani empezó a callar todas esas voces y ayer clausuró el arco de River.
El Millonario se puso en ventaja sobre los 32 minutos del primer tiempo gracias al gol de Jorge Carrascal. Pero a partir de ahí comenzó a sufrir, y apareció el Pulpo. Primero, a los 9 minutos del complemento, se estiró muy bien y le contuvo un mano a mano a Leonardo Sequeira. Luego, ya con el resultado 2-1 para la banda, voló junto a un palo para sacarle un gran cabezazo a Milton Giménez.
Y finalmente, llegó su mejor atajada de la noche. Fue a los 37 minutos, en el momento más crítico del partido para River, ya que Central Córdoba se venía con todo. Tras un exquisito pase de Lucas Melano, Claudio Riaño quedó mano a mano con el Pulpo, quien se tiró y tapó el remate con complicidad del palo. Como si esto fuera poco, minutos después Braian Romero puso el 3-1 y enalteció la figura de Franco.