La noche del 19 de mayo quedará para siempre grabada en la historia de River. En el Estadio Monumental los dirigidos por Marcelo Gallardo se impusieron a Independiente Santa Fe con un plantel completamente diezmado por los múltiples casos de Covid-19 en el plantel. Con Enzo Pérez bajo los tres palos, y sin suplentes, el Millonario concretó una hazaña para los libros de la Copa Libertadores y del club.
Mientras el equipo realiza la pretemporada en Estados Unidos, el experimentado mediocampista se tomó un tiempo para dialogar con ‘F90’, y recordó aquella noche. “Fue una noche épica. Antes del partido teníamos una adrenalina alta y cuando terminó me bajó todo. Hicimos algo que quedó para la historia del fútbol. Solté un par de lágrimas cuando me bajó todo y sentí la emoción”, mencionó el mendocino en primera instancia.
Además, comentó cómo fue su preparación para calzarse los guantes e ir a cubrir los tres palos. “Hablé con Armani, con Bologna, Poroto Lux, con todos. Intercambiamos mensajes preguntando algunas cosas del puesto. Ellos sabían que iba a ser difícil y no querían cargarme de cosas”, aseguró. A su vez, añadió: “Después de ese día entendí a los arqueros, lo que sienten cuando se paran enfrente del arco. Es algo que tenés que vivir para saber lo que viven”.
En la previa del encuentro, el mendocino recordó las palabras del entrenador. “’Qué Dios te acompañe’ me dijo Gallardo”, comentó entre risas. “Si hablé mucho con el entrenador de arqueros, que él si me dijo como pararme”, agregó. Sin embargo, el mediocampista aprovechó la oportunidad para destacar la labor de sus colegas: “Mis compañeros hicieron un trabajo magnífico. Los chicos se tiraban de cabeza para que no fuera la pelota al arco”.
“Después de ver como salió todo y el resultado, la verdad que fue una experiencia linda, pero de antemano estaba muy nervioso y con un poco de sufrimiento”, concluyó Pérez. Esa noche de Copa Libertadores quedará, sin ninguna duda, grabada en los libros grandes de la historia, no solo del club, sino que del fútbol. La imagen de Enzo recorrió el mundo entero, y a lo largo de todo el globo se hizo eco de la noticia.