El amor por un equipo de fútbol es algo que suele transmitirse de generación en generación. De padres a hijos, como lo hicieron Labruna, el Beto, Gallardo o Ramón. Hoy, los papás celebran su día en la Argentina y es inevitable relacionar esta fecha con el fútbol. Y con River también. Es que a lo largo de la historia del club de Núñez, han pasado muchísimos jugadores que luego han tenido la oportunidad de ver a sus hijos ponerse la banda.
El primero de estos casos fue el de Alfredo Di Stéfano. La Saeta Rubia jugó en River desde 1945 hasta 1949. Pero su padre, que llevaba su mismo nombre, ya había vestido la banda allá por 1913. Luego apareció en escena Esteban Malazzo, un aguerrido defensor que pasó por el Millonario entre 1927 y 1939. Malazzo después pudo disfrutar que su hijo juegue en el club de Núñez en 1958.
Por otro lado, están los Evaristo. Ambos de nombre Alfredo, llegaron a River en los años 1929 y 1952, respectivamente. Uno de los nombres más importantes de este repaso es, sin duda, el de Ángel Amadeo Labruna. El emblema riverplatense permaneció desde 1939 hasta 1959. Y en 1976, cuando era el DT, hizo debutar a su hijo, Omar. Los Martínez también tienen su lugar en la lista. Joaquín padre arribó a la banda en 1943 y Joaquín hijo, en 1970.
Otro de los ídolos de River que figura es Norberto Alonso. El Beto debutó en 1970 y tuvo tres etapas. Ya en 1995, su hijo, también llamado Norberto, apareció en primera. Por su parte, Hugo Pena llegó a Núñez en 1960, y su hijo Sebastián hizo lo propio en 1996. Más acá en el tiempo, hay que mencionar el caso Higuaín. Jorge fue caudillo de River entre 1988 y 1992. Y sus hijos, Federico y Gonzalo, debutaron en los años 2003 y 2005, respectivamente.
Por último, no se puede obviar a los Díaz y a los Gallardo. Ramón, ídolo de River, fue jugador del club en dos etapas. Y en 2002, su hijo Emiliano saltó a la cancha. A su vez, Marcelo empezó en la banda en 1993 y Nahuel, en 2017. Tanto Ramón como el Muñe, al igual que Labruna, hicieron debutar a sus hijos mientras ellos eran los DTs del primer equipo. Lo cierto es que la pasión por River no entiende de épocas, y ellos lo saben bien. ¡Feliz día del padre!