Durante el ciclo de Marcelo Gallardo ha habido una gran cantidad de futbolistas que han sido trascendentales. La etapa más exitosa de la historia del club ha estado plagada de maravillosos jugadores, que han formado parte de todas las consagraciones. Algunos continúan en River, mientras que otros han perdido terreno y no les quedó más remedio que partir buscando más minutos, como ha hecho Lucas Pratto.
El delantero llegó al Millonario a principios de 2018, procedente de Sao Paulo, por una cifra muy elevada para el fútbol argentino. Por ello, su arribo fue un tanto cuestionado, pero rindió más de lo esperado. Sin embargo, la situación para el ex Vélez ha cambiado radicalmente. En los últimos años perdió terreno en la consideración del Muñeco y debió partir rumbo a Feyenoord de Holanda en busca de continuidad.
Su paso por el viejo continente no fue bueno, tuvo escasos minutos e incluso una grave lesión que lo alejó de las canchas. El Oso tendrá que retornar a River, pero Marcelo Gallardo no lo tendrá en consideración. Sin lugar a dudas es una noticia sorprendente por lo importante que ha sido Pratto durante su ciclo, pero los tiempos cambian, y los jugadores pasan.
La historia de Lucas en Núñez tuvo, como casi todas, altibajos, pero su punto alto fue más elevado que los demás. En total disputó 109 partidos, en los que convirtió 26 goles y dio 19 asistencias, números un tanto bajos para un delantero. Pero más allá de eso, su importancia no transcurre por las anotaciones, sino que por los partidos en los que logró convertir. Autor de dos de los goles más importantes de la historia del club, el delantero quedará para siempre en la memoria de los hinchas de River.
El desempeño de Pratto sufrió un cambio radical desde la Recopa Sudamericana de 2019, en la que convirtió un tanto y fue figura. Desde ese instante, el Oso no solamente perdió el lugar con Matías Suárez y Rafael Santos Borré, sino que ingresó poco desde el banco, y cuando le tocó no pudo destacar. Por esos motivos, el atacante partió en busca de una nueva aventura, pero deberá volverse sin gloria.