A lo largo del ciclo de Marcelo Gallardo, los hinchas de River han disfrutado de muchísimos momentos llenos de gloria. Y sin ir más lejos, el equipo Millonario volvió a ganar un título el pasado jueves, esta vez el Torneo de la Liga Profesional. Pero claramente, la primera gran alegría se dio hace exactamente siete años, en la histórica semifinal de Copa Sudamericana ante Boca.
En julio de 2014, Marcelo Gallardo se sentó por primera vez en el banco de suplentes de River, y rápidamente centró su objetivo en un torneo internacional. El Millonario volvía a competir en el continente después de cinco años. Y el Muñeco se ilusionaba con darla una alegría a la gente en esa Copa Sudamericana. Con el correr de los partidos, aquel equipo comenzó a brillar, y llegó a las instancias decisivas.
Tras vencer a Godoy Cruz en la primera ronda, a Libertad de Paraguay en octavos de final, y a Estudiantes en cuartos, debía medirse nada menos que ante Boca en semifinales. La ida se disputó el 20 de noviembre en la Bombonera, en lo que era el segundo Superclásico del Muñeco. Esa noche, River se plantó de manera muy aguerrida como visitante y logró llevarse un empate 0-0. Para definir todo en condición de local.
Así fue como el 27 de noviembre de 2014, el Monumental se vistió de fiesta, soñando con que River elimine al eterno rival. Aunque las cosas no arrancaron bien. Corrían apenas 17 segundos del partido cuando Ariel Rojas le cometió penal a Marcelo Meli, y Boca tenía la gran chance de ponerse en ventaja en la serie. Pero apareció la enorme figura de Marcelo Barovero para taparle el remate a Emanuel Gigliotti.
Trapito celebró levantando su dedo índice, y desde entonces se ganó a la gente. Para colmo, a los 15 minutos, Leonardo Pisculichi convirtió con un zurdazo inapelable, y se desató la locura. “Qué viva el fútbol“, gritó Rodolfo De Paoli en un relato que quedará para siempre en la memoria del hincha. Fue 1-0 para el River de Gallardo, que dio su primer gran golpe en un Superclásico. Y luego ganaría la Sudamericana tras derrotar a Atlético Nacional en la final.