El diluvio que cayó durante la noche del martes y esta jornada de miércoles era un factor a tener en cuenta en la previa del partido ante Patronato. Por eso River saltó al campo con una alineación que hacía prever un juego más directo. Sin embargo, esto no funcionó. El elenco de Marcelo Gallardo cayó en los penales. De esta manera quedó eliminado de la Copa Argentina y los hinchas no se callaron nada.
Claramente, el partido comenzó a darse a pedir de los de Gallardo desde el inicio. Recuperaban rápido la pelota y encontraba espacios en los metros finales para hacerle daño a Patronato. Si bien al minuto Ezequiel Centurión le sacó un cabezazo a Herrera que pudo cambiar la historia. De ahí en más fue todo de River que convirtió a Facundo Altamirano en gran figura.
El primer aviso de River se vio a los 7 minutos, luego de una buena maniobra en ataque y el toque de Pablo Solari para el ingreso en soledad de Agustín Palavecino. Llegó con el arco de frente para definir, pero remató mordido y endeble, a las manos del arquero de Patronato. Un par de minutos después, llegó la primera emoción de la noche.
En ese instante, apareció Bruno Zuculini para definir de media vuelta y establecer el 1-0. El gol le permitió crecer a los de Gallardo. Pero poco a poco su rendimiento fue disminuyendo. El conjunto de Sava comenzó a ganar confianza y a los 33 minutos llegó la jugada fatídica en la que se resbaló Jonatan Maidana y quedó Marcelo Estigarribia para sellar el 1-1.
River, eliminado por penales
Ya en el inicio del complemento, River volvió a fallar en el fondo y lo pagó carísimo. Javier Pinola intentó salir jugando y el que lo aprovechó fue Jonathan Herrera. Encaró hacia el arco de Centurión y marcó la ventaja. Luego llegó el empate con un golazo olímpico de Juanfer Quintero para estampar el 2-2. No hubo más diferencias. Se concretó la tanda de penales y los de Gallardo quedaron eliminados.
Un nuevo tropezón de River. Una chance menos para acceder a la Libertadores 2023. La bronca se hizo notar entre los hinchas. Y las redes fueron su desahogo. Muchos de ellos publicaron mensajes muy contundentes y no se callaron nada. “Que se vayan todos” fue el pedido unánime. Fastidio, desazón y mucho por mejorar…
