No caben dudas que el amor por River trasciende fronteras. Pero ahora se le suma la enorme idolatría que existe por Marcelo Gallardo. Y la cantidad de locuras que hacen los fanáticos por el entrenador más ganador de la historia, supera todo límite. Como uno de los tantos que se viralizó hace algunas horas y fue furor en las redes sociales.
En este caso, no hay una frase que lo envuelve todo pero que se hizo real. Maximiliano Soria lleva la camiseta de la banda roja en la piel. Literal. El hincha, no dudó en tatuarse la casaca en el pecho, con escudo y sponsor incluido. Sigue todos los encuentros desde Santiago del Estero, disfruta del enorme presente del equipo pero también se lo ve preocupado por una decisión letal.
Cómo a todos los hinchas del Millonario, la continuidad del Muñeco lo mantiene al instante todo el tiempo. ¿Se queda? ¿Decide dar un paso al costado en diciembre? Y en medio de esa vacilación y ante la chance de que el Muñeco se aleje de Núñez, tomó una trascendental decisión, lleno de entusiasmo: viajar a Buenos Aires para conocerlo.
Maxi, con la ilusión de que se podría concretar –o no-, se subió al micro y recorrió más de 1.000 kilómetros para llegar e intentar encontrarse con su ídolo. El trayecto fue largo, cansador y en un primer momento las esperanzas se derrumbaron. Porque llegó al Monumental y no pudo concretar ese anhelado choque con el Muñeco.
Pero no se dio por vencido y fue a esperarlo a la salida del River Camp. Y su sueño se cumplió. El encuentro no se dio a través de la ventana del auto o con un simple saludo de lejos como le suele suceder a la mayoría de los fanas. Al ver semejante acto de amor por los colores y el notable sacrificio que hizo para llegar a Ezeiza, el DT no dudó.
La foto con Napoleón
Se bajó del auto, posó para la foto con pulgar en alto y agarró el marcador para estampar su firma en el pecho de Maximiliano. Así, un autógrafo inolvidable es el que quedó en la camiseta que llevó el santiagueño. Un enorme gesto más de Gallardo que agradece públicamente, estima y respeta el cariño, y las manías, que despierta en sus admiradores.