En el mundo fútbol, la palabra ‘burro’ hace referencia a alguien que, por uno u otro motivo, no se destaca. Sin embargo, cuando se habla de ‘Burrito’, inmediatamente se traduce en gambeta, magia, clase y una gran cantidad de adjetivos que describen las cualidades del gran Ariel Ortega. Y este 4 de marzo, el ídolo de River está viviendo un día muy especial.
La influencia del jujeño en la historia del club es total, y no hay discusión al respecto. Con su gran técnica y su inconfundible calidad en el campo de juego, el ahora hombre de 48 años ha sabido, no solamente ganarse el amor de los hinchas, sino que también meterse en un lugar de privilegio entre los grandes emblemas del club de Núñez.
El 14 de diciembre de 1991, Ariel dio su primer paso como futbolista profesional al debutar bajo órdenes de Daniel Passarella. A partir de aquel momento comenzó la carrera de uno de los jugadores que más alegrías le dio a los riverplatenses. Luego de una gran cantidad de vueltas olímpicas, el Burrito dio el salto a Europa en 1997.
Tras pasar por Valencia, Sampdoria y Parma, Ortega retornó a Núñez, aunque fue solo por dos años, hasta que emigró a Fenerbahçe en 2002. En agosto de 2006 tuvo su tercera etapa en el club y, luego de estar a préstamo en Independiente Rivadavia, regresó al club que lo vio nacer para dar sus últimos pasos allí.
A pesar de haber tenido un final un tanto conflictivo, no queda duda de que Ariel Ortega es uno de los grandes ídolos de River. Siete son los títulos que consiguió el Burrito en el Millonario, aunque miles fueron las gambetas que le sacaron una sonrisa a los hinchas. Este viernes 4 de marzo, el jujeño está cumpliendo 48 años.