A lo largo del ciclo Gallardo pasaron muchos futbolistas importantes y que se ganaron el cariño eterno de la gente de River. Es por esto que cuando se van, los hinchas empiezan a pedir inmediatamente por sus regresos. Sin embargo, pocos tienen la chance de volver, y uno de los que no pudo hacerlo explicó qué fue lo que pasó. “Jamás tuve una oferta“.
Allá por el año 2015, River se armó con el claro objetivo de volver a levantar la Copa Libertadores, después de lo que había sido el debut de Marcelo Gallardo en 2014. Así fue como llegaron algunos futbolistas importantes, y se mantuvo la base del equipo campeón de la Copa Sudamericana. De esta manera, el objetivo se cumplió, y el Millonario volvió a conquistar América.
Uno de los que arribó como refuerzo fue un desconocido Camilo Mayada, quien asomaba como gran promesa del fútbol uruguayo. Si bien era volante, no tardó mucho en afianzarse como lateral, a tal punto que fue titular en la final de la Copa Libertadores. A partir de entonces se consolidó como el jugador comodín del equipo, y se ganó el cariño de los hinchas. Hasta que se marchó en 2019.
Es que si bien era importante para Gallardo, nunca pudo ser titular indiscutido, y decidió cambiar de aire. Sin embargo no se olvida del club, y sonó para regresar a mitad de 2021, cuando quedó libre de Atlético San Luis. Pero eso quedó en la nada, y el uruguayo acaba de contar toda la verdad. “No hablé con nadie de River, jamás tuve una oferta. Quizá el club en ese momento no necesitaba un jugador como yo“, dijo.
De todos modos, no guarda rencor con la dirigencia, y mantiene su ilusión de regresar. A pesar de que se encuentra cómodo en Libertad de Paraguay. “Obviamente me encantaría volver en algún momento. Se extraña River cuando te vas, es una marca a fuego que te queda. Todo se magnifica con lo que ganamos, lo que obtuvimos como grupo”, sostuvo en diálogo con ¿Cómo Te Va? por Radio Colonia.
¿Cómo hizo para adaptarse a River?
Mayada sabe muy bien lo difícil que es afianzarse en el mundo River, algo que él pudo hacer sin mayores problemas. Y explicó cuál fue la clave. “En River rápidamente tenés que acostumbrarte a la gente, a jugar dentro de un ritmo intenso, de esta vorágine. Esa costumbre de competir siempre y ganar cosas“, marcó el Charrúa.