Podrán pasar los días y terminar el año, pero la figura de Julián Álvarez va seguir latente. El delantero de River se convirtió en el mejor jugador del país. Y sus actuaciones, lo llevaron a ser observados por los gigantes de Europa. Sin embargo, los hinchas no quieren saber nada, porque además de ser la figura de la Liga Profesional, tiene un plus: es fanático de la banda roja.
Y esa pasión que lo vincula, aún más de cerca, comenzó desde muy chico. De esta forma, lo confirmó su maestra de tercer grado: Griselda Arnaudo. La docente, rememoró cuando tuvo al Araña como alumno y reveló todas las manías que tenía cuando estaba estudiando. Pero así también las peculiaridades que sucedían con su apodo.
El oriundo de Calchín, es toda una celebridad para su pueblo que se sitúa en la provincia de Córdoba. Porque este año, sin lugar a dudas, el lugar se vio revolucionado con el momento del futbolista. Al ser un barrio de apenas 2500 habitantes, la mayoría conoce a Julián y recuerdan su infancia antes de convertirse en la gran aparición del fútbol argentino.
“Era muy inteligente en el aula, entregaba las pruebas antes que todos y se ponía a dibujar camisetas con colores rojo y blanco, pensé que eran de Atl. Calchín, con el tiempo entendí que era la camiseta de River”, detalló la maestra Griselda en declaraciones a Super Deportivo Radio para dar cuenta de la disciplina de Álvarez y su amor por el Millonario.
Arnaudo también remarcó sobre el apodo del atacante, que originalmente se lo puso su hermano por su facilidad para controlar la pelota. Adentro del aula le decían ‘arañita’. Yo le decía a los alumnos: ‘en el aula es Julián’. Afuera y en el recreo díganle como ustedes quieran“, mantuvo y no pudo evitar que en la actualidad siga siendo popular por ese sobrenombre.