Sin lugar a dudas, Rogelio Funes Mori fue una de esas promesas del fútbol argentino que nunca pudo demostrar lo que si despertó un interés en él. Ya desde joven tenía condiciones para hacer una diferencia, pero no logró encajar. Físicamente era fuerte, tenía movilidad y buen trato de la pelota, por lo que era un delantero importante a desarrollar.
Mientras realizaba inferiores con River, el melli a su par era citado a las diferentes selecciones juveniles, desde Sub17 a Sub20. Luego del ascenso con el Millonario, fue citado por Alejandro Sabella para enfrentar a Brasil. La idea en ese entonces era conformar una selección local y el juvenil, en ese entonces, tenía condiciones más allá de no haber demostrado.
A mediados de 2013 emigró al fútbol portugués, al Benfica B y tras buenas actuaciones, fue cedido a Turquía y luego, fue comprado por el Rayados de Monterrey. Para julio de 2015, Rogelio ya estaba en el fútbol mexicano e hizo su debut en una derrota por 3-0 ante Pumas UNAM. El próximo partido, ante Altas llegaría sus primeros dos tantos en la Liga MX.
Sin saber que se convertiría en un histórico, Rogelio Funes Mori marcó goles de todo tipo y ante todos los rivales posibles. Aquel año, el primero en la liga mexicana, disputó 44 cotejos, marcó 25 tantos y asistió en 9 oportunidades. Al año siguiente también tendría un gran año marcando 23 goles y 4 asistencias en 41 partidos disputados.
En el día de ayer, marcó 2 tantos ante Pachuca lo que le dio un récord histórico. Con los tantos marcados llegó a un total de 123 tantos defendiendo los colores del Rayados de Monterrey. De esta manera, superó los 121 goles de Humberto “chupete” Suazo. Hace poco, cuando disputó su primera Copa de Oro, el Melli declaró: “En mi otra vida fui mexicano”.