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River es historia

«Es uno de los mejores jugadores que vi»: Enzo Francescoli habló sobre su admiración hacia un futbolista histórico de River

El Príncipe destacó a un ídolo de River como uno de sus favoritos.

Marcelo Gallardo
Fuente: River Plate

A lo largo de su historia, River ha tenido maravillosos futbolistas. Ángel Labruna, Amadeo Carrizo, Norberto Alonso y Enzo Francescoli son algunos de ellos, pero la lista es prácticamente interminable. En esta oportunidad, en comunicación con ‘ESPN’, el príncipe habló sobre Ariel Ortega, uno de los jugadores más admirados y más queridos de todos los tiempos de la institución.

El Burrito es uno de los más memorables que ha vestido La Banda, y así lo reconocen otros emblemas. Uno de los ídolos más recientes del club, que hasta tuvo un partido despedida en el Estadio Monumental, no puede quedar fuera de la gran lista de íconos que han pasado por Núñez. Una gran cantidad de lujos, magia y alegría marcan la carrera del nacido en Ledesma, Jujuy, que a su vez marcó a muchos de los simpatizantes.

En relación al jujeño, Francescoli opinó: “Ortega es uno de los grandes ídolos del club. Es un jugador de los que ya no se encuentran, con ese potrero, con esa cosa inesperada y con esa solución constante que te da en los partidos complicados”. Justamente, esa clase de futbolista era Ariel, y con todas esas características se ganó un lugar en la historia. “Es un grandísimo jugador, uno de los mejores que vi”, añadió.

Su carrera

Con una gambeta intratable, una calidad que sobresalía y una magia que hacía alucinar a todos, el Burrito tiene un lugar asegurado en el corazón de los hinchas de River. Su primer paso por Núñez fue el más exitoso de todos, y se extendió entre 1991 y 1997, hasta que partió rumbo al Valencia de España. Su segundo paso fue a mediados del 2000, procedente del Parma, hasta que en 2002 se fue al Fenerbache.

En 2006 tuvo su última etapa vistiendo La Banda, luego de defender la camiseta de Newell’s. Arribó a mediados de aquel año como jugador libre y, con un paso a préstamo por Independiente Rivadavia de por medio, permaneció en Núñez hasta 2011, cuando pasó a All Boys. Los últimos años no fueron tan brillantes como los primeros en cuanto a nivel deportivo, pero nunca faltaron las gambetas y la magia.