La era de Marcelo Gallardo en River trasciende títulos y éxitos totalmente deportivos. Este proceso que lleva más de ocho años construyó un legado y dejará un modelo en el club una vez que ya no dirija más allí. El actual entrenador se convirtió en ídolo a base de mucho trabajo, consagraciones, proyectos juveniles y un estilo de juego. Hoy se cumplen ocho años de su debut. Y la historia continúa.
Gallardo llegó como una de las grandes sorpresas. Y tuvo su primera aparición el banco de River el 27 de julio de 2014, por los dieciseisavos de final de la Copa Argentina ante Ferro. En un compromiso muy duro, sería empate 0-0 y su equipo ganaría por penales 6-5. La curiosidad de esa noche en Salta es que fue el único partido en el que dirigió a Manuel Lanzini.
Lo cierto es que aquella noche comenzó el ciclo más ganador en la historia del club. Y que aún continúa su curso al menos hasta diciembre de 2022. El DT comenzó con el pie derecho, quizás sin mostrar lo que vendría después. Pero cumpliendo el objetivo de clasificar en una Copa Argentina muy particular ya que a River no le convirtieron goles y tampoco convirtió.
Sin embargo, terminó quedando eliminado en cuartos de final ante Rosario Central por penales. Luego de este debut, vendrían tremendos seis meses de buen juego y resultados en los que el Millonario ganaría de punta a punta la Copa Sudamericana, eliminando a Boca y sería subcampeón en el torneo local, el título que aún hoy en día se le viene negando a Gallardo.
La primera formación de Marcelo Gallardo
Aquel día, el Muñeco paró en cancha el siguiente equipo: Marcelo Barovero; Augusto Solari, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Leonardo Ponzio; Sebastián Driussi, Osmar Ferreyra, Manuel Lanzini; Federico Andrada y Lucas Boyé. En el complemento, ingresaron Leonardo Pisculichi por Driussi, Ariel Rojas por Ferreyra y Rodrigo Mora por Andrada