Como ocurre todos los años, la obsesión de River vuelve a ser la Copa Libertadores, y finalmente hoy arranca la serie de octavos de final contra Vélez. Será desde las 21:30 en el José Amalfitani, y Marcelo Gallardo ultima detalles respecto al once que parará. A su vez, crece el temor y la preocupación en Núñez por lo que pueda suceder esta noche. “Los golpearon“.
De un tiempo a esta parte, se ha hecho costumbre que en el fútbol argentino las canchas estén vacías o a medio completar. Como consecuencia de la ausencia del público visitante. Esta medida fue tomada por los constantes hechos de violencia que venían ocurriendo, y las cosas no volvieron nunca más a la normalidad. En este contexto, cuando la Copa Libertadores enfrenta a dos equipos argentinos, solo puede ingresar la parcialidad local, más allá de la reglamentación Conmebol.
Esta situación volverá a quedar reflejada hoy en el duelo entre Vélez y River. Aunque se espera la presencia de algunos infiltrados del Millonario. Es que desde la dirigencia del Fortín decidieron vender entradas para no socios y se espera un estadio colmado a las 21:30. Sin embargo, enterados de esto, los barras de Vélez no se quedaron de brazos cruzados y protagonizaron graves hechos de violencia ayer.
“Incidentes en la cancha de Vélez con infiltrados de River que retiraban entradas. Se les acercaron barras a la fila y le pidieron que cantaran canciones del Fortín y que les dijeran los refuerzos. Como no sabían, les sacaron la ropa y los golpearon“. Esta es la información que entregó Pablo Carrozza en su canal de Youtube, y encendió todas las alarmas en la dirigencia Millonaria.
Pero eso no fue todo, ya que agregó un detalle escalofriante. “Unos 25 barras de Vélez corrieron a dos jóvenes que no sabían el autor del gol ante Defensa y Justicia y el resultado con Rosario Central. Los patearon en el suelo y les pidieron los celulares“, contó el periodista. Ante este panorama, la seguridad deberá estar muy atenta hoy en el Amalfitani, algo que no ocurrió en la fila de retiro de entradas. Ojalá no pase nada.