Habitualmente, suele decirse que el fútbol son momentos, ya sean buenos o malos. Los tienen los jugadores, los técnicos, y también las propias instituciones. Por supuesto, para cada caso, existen situaciones que marcan un punto de inflexión. Y, el 6 de junio de 2014 llegó ese quiebre para River. La historia moderna del club Millonario cambió para siempre, porque ese día Marcelo Gallardo fue presentado como nuevo entrenador.
Esos primeros años de la década del 2010 no fueron fáciles para River, claro está. Los malos manejos habían llevado a la banda a tocar fondo. Sin embargo, la llegada de Ramón Díaz, a principios de 2013, le trajo calma y le devolvió la estirpe ganadora al club. Así fue como el Millonario se consagró campeón del Torneo Final 2014 y cortó una racha de seis años sin títulos.
Todo parecía volver a acomodarse para River, y los hinchas volvían a ser felices. Sin embargo, el 27 de mayo de 2014, Ramón sorprendió a todos y presentó la renuncia a su cargo. Los fanáticos Millonarios no podían creer que el técnico más ganador de la historia otra vez se marche de Núñez. Pero, lo que ellos no se imaginaban es que lo que vendría después sería aún mejor.
Rodolfo D’onofrio y su comisión directiva comenzaron a buscar al sucesor del riojano. Sin embargo, fue el mánager, Enzo Francescoli, quien siempre tuvo en su cabeza el nombre del nuevo técnico: Marcelo Daniel Gallardo. El uruguayo había sido compañero del Muñeco en la gloriosa década del 90 y sabía del buen trabajo que venía de hacer en Nacional de Uruguay, donde había sido campeón en su primer año como DT, en 2012.
Por entonces, el Muñe se encontraba de vacaciones tras haber dejado el club uruguayo, aunque tenía ganas de volver a trabajar. A tal punto fue esto que Gallardo estaba yendo rumbo a Rosario para firmar como nuevo entrenador de Newell´s, pero su teléfono sonó. Del otro lado estaba Enzo Francescoli, quien le ofrecía ser el reemplazante de Ramón y sentarse en el banco de River.
De esta manera, un día como hoy, pero hace 7 años, Marcelo Gallardo era presentado oficialmente en su cargo. Aquel día, en una conferencia de prensa en el Estadio Monumental, el flamante DT no dejaba dudas sobre lo que quería lograr. “Tenemos que redoblar la apuesta e ir por más”, manifestó el Muñeco. Y vaya si cumplió. El resto ya se conoce. A partir de allí, River inició el momento más glorioso de su rica historia.