Los primeros tramos del cruce tuvieron un único dueño. Ya que después de una serie de avisos, River dio el primer golpe: Pablo Solari aprovechó un pase perfecto de Rodrigo Aliendro y la mandó a guardar. Pero la alegría duró poco, ya que un par de minutos más tarde, el Millonario pagó muy caro una desatención en un córner y perdió la ventaja.
Por lo tanto, el complemento empezó con el resultado igualado. Con este escenario Libertad encontró una nueva oportunidad, otra vez después de un grosero error del Millonario en la pelota parada. Afortunadamente Tacuara Cardozo no capitalizó el corto despeje de Andrés Herrera: se encontró por sorpresa con la pelota y la tiró por encima del travesaño.
En un segundo tiempo donde las oportunidades fueron escasas, es necesario mencionar la lluvia de cambios que realizó Martín Demichelis para intentar darle un vuelco al compromiso: sacó a Claudio Echeverri, Rodrigo Aliendro, Rodrigo Villagra y Esequiel Barco, mientras que permitió los ingresos de Franco Mastantuono, Nicolás Fonseca, Nacho Fernández y Manuel Lanzini.
Una determinación que tampoco parecía mover la aguja, en una noche que se alejaba mucho de lo imaginado por el técnico millonario. Sin embargo la jerarquía del cuadro de Núñez terminó pesando en el Defensores del Chaco. El ansiado grito sagrado llegó gracias a Franco Mastantuono, quien recibió en la puerta del área, la pisó y selló el 2 a 1 para despertar la locura de los fanáticos.
Con esta conquista el Gumarelo empezó a empujar, y dejó muchos espacios para que River liquide el trámite. Una de las más claras estuvo en los pies de Miguel Borja, quien después de estrellar su remate en la integridad del arquero, esperó, amagó y cruzó un nuevo disparo. Pero se fue ancho, por lo que pasó el peligro para el local. Más allá de este fallo, el resultado no volvió a moverse en Paraguay, por lo que el Millo sumó su tercer triunfo al hilo en la Copa Libertadores.
