En estos últimos ocho años, Marcelo Gallardo se ganó un lugar privilegiado en las páginas doradas de la historia de River. De más está decir que su ciclo difícilmente sea igualado, por la importancia de los títulos conseguidos y por la actitud que caracterizó a sus equipos. Sin embargo, su último año en Núñez no fue como se esperaba, y así quedó en evidencia desde los números.
Luego de renovar su vínculo con River en diciembre de 2021, Marcelo Gallardo buscaba alcanzar una vez más la gloria continental. Y la dirigencia le dio las herramientas, ya que en la primera mitad del año permitió el arribo de siete refuerzos. Sin embargo, las cosas no salieron como se esperaban en un principio, y el Muñe vivió un 2022 para el olvido.
El primer paso en falso fue en la Copa de la Liga, cuando los de Gallardo perdieron en cuartos de final por 2 a 1 ante Tigre. Pero lamentablemente, no iba a ser la única frustración que iban a sufrir los seguidores riverplatenses. Resulta que el golpe más doloroso llegó un par de meses después, con la eliminación en los octavos de final de la Libertadores ante Vélez.
A partir de ese momento, todo fue cuesta abajo para River. Y aunque mostró destellos de buen fútbol, el equipo nunca consiguió alcanzar regularidad en su funcionamiento. En consecuencia, los de Marcelo Gallardo terminaron la competencia oficial sin ningún título, y con unas estadísticas que pudieron haber sido mejores.
Entre Copa Libertadores, Copa Argentina y Campeonato Local, River disputó 54 partidos. Se impuso en 31, igualó en 10 y cayó en 13 oportunidades. De esta manera, su desempeño dejó mucho que desear, tanto en el plano continental como en el local. Y los fanáticos se lamentaron, ya que imaginaban una mejor despedida para el mejor técnico del fútbol argentino.
