Luego de la goleada ante Estudiantes, River cambió rápidamente de chip y puso el foco en Patronato, su próximo rival. Es que el equipo de Marcelo Gallardo no tiene margen de error si quiere mantenerse con chances de pelear en el torneo, más allá del objetivo de clasificar a la próxima edición de la Copa Libertadores a través de la tabla anual. De cara a este encuentro hay varias dudas en el ataque.
Ante este panorama de no perder pisada, la misión es llegar al encuentro del domingo con jugadores recuperados. Pero así también con la chance de repetir a la mayoría de los que vienen de ser protagonistas del último encuentro en el Monumental. Sin embargo, en River no hubo buenas novedades al respecto y Lucas Beltrán es una de las bajas de peso.
El delantero pidió al cambio cuando iban apenas 35 minutos de la primera etapa del encuentro ante Estudiantes. Sintió un pinchazo y al día siguiente se realizó estudios médicos para determinar el grado de su lesión. La buena noticia fue que zafó del desgarro, pero al ser exigido este viernes por la mañana quedó en evidencia que no estaba al 100% desde lo físico.
Por esta razón, el DT decidió que no viaje hasta Paraná y se quede recuperándose en Buenos Aires pensando en la seguidilla de partidos que se avecina. La ausencia de Beltrán abrió un signo de interrogación a la hora de armar el equipo para el partido del próximo domingo frente a Patronato. Más allá que es un hecho que el centro del ataque lo ocupará Miguel Borja, resta determinar sobre sus acompañantes.
Y a partir de ahí entran a correr tres opciones para conformar la línea de ataque: el ingreso de Pablo Solari, tal como sucedió el último miércoles. La vuelta de Matías Suárez, que está cada vez mejor desde lo físico; un tridente ofensivo con Solari o Suárez por un extremo. Y la reaparición de Esequiel Barco por el otro, que también aporta desequilibrio. ¿Por quién se decidirá Gallardo?