Pablo Solari venía con una impresionante racha. Luego de un arranque soñado, con siete goles en ocho partidos, sufrió un bajón en su rendimiento difícil de imaginar. Padeció un pequeño desgarro en la fecha previa al superclásico, pero se recuperó en tiempo récord y no se perdió un solo choque. Sin embargo, no lo lograba convertir. Ayer, en el duelo entre River y Estudiantes volvió a marcar y se sacó la mufa.
En este lapso, como le suele suceder a muchos, Pablo Solari tuvo una merma física y futbolística. No volvió a ser el mismo luego de esa lesión y estuvo siete fechas sin poder quebrar las redes rivales. Tal es así que perdió terreno y en la noche de ayer frente a Estudiantes en el Monumental arrancó el compromiso en el banco de suplentes. De no creer.
Las rachas están hechas para quebrarse y este encuentro ante los de La Plata se presentó como un escenario ideal para volver a sonreír. Marcelo Gallardo mandó a Solari al terreno de juego a los 35 minutos de la primera etapa, cuando Lucas Beltrán sufrió una molestia que le impidió continuar en el partido. En esos minutos, el ex Colo Colo no tuvo demasiada participación.
Pero en el complemento se presentaron las mejores. Porque allí contó con varias oportunidades para convertir. Lo más claro de Solari llegó en los minutos finales del partido. A los 37 minutos y tras una gran habilitación de De La Cruz, corrió casi 40 metros con el balón dominado, enfrentó al arquero de Estudiantes y definió con un remate de derecha que se metió entre las piernas de Pourtau.
Ese fue el 3-0 parcial y lo gritó con el alma. Minutos más tarde le dio una asistencia a Suárez para el 5-0 final. Pero con este tanto frente a Estudiantes, Solari cortó una racha de siete juegos sin poder convertir y marcó su octavo gol en quince partidos. Su último festejo había sido el 31 de agosto, en la goleada ante Defensa y Justicia por la Copa Argentina.