La llegada de Pablo Solari, una de las grandes figuras de Colo Colo en la última Copa Libertadores, significó para River aire muy fresco. Sin demasiado recambio en el ataque por la partida de Julián Álvarez, Marcelo Gallardo fue en busca de un jugador con enormes características. Sin embargo, no viene con la mejor racha. Esta noche, el partido ante Argentinos, será de gran importancia.
Pablo Solari es un extremo rápido, encarador, habilidoso y desequilibrante en los metros finales. Y de entrada nomás comenzó a exponer todos esos atributos: tuvo un debut auspicioso en el Monumental, jugó un partidazo ante Aldosivi en Mar del Plata. Volvió a mostrar destellos de su talento ante Independiente en Avellaneda y anotó sus primeros goles con River frente a Newell’s.
Su primer mes y medio en River fue de alto vuelo. Además de su doblete en el Monumental, también marcó ante Central Córdoba en el Monumental, frente a Tigre en Victoria y en la goleada ante Defensa y Justicia en Chaco por los octavos de final de la Copa Argentina. Fueron cinco goles en ocho partidos. Una cifra que ilusionó al cuerpo técnico y a todos los hinchas.
No obstante, hubo un punto de quiebre en esta breve historia de Solari con la camiseta de sus amores. En el choque ante Barracas Central, previo al superclásico, sufrió un pequeño desgarro que no sólo lo puso en duda para el partido en la Bombonera. Sino que además marcó una baja demasiado llamativa en su rendimiento.
En el partido contra Boca no fue incisivo. Y en los cotejos siguientes tampoco pudo volver a ser el mismo. Hoy Solari atraviesa una sequía goleadora que lleva seis choques sin poder anotar, contabilizando tanto la Liga Profesional como la Copa Argentina (Barracas Central, Boca, Banfield, San Lorenzo, Talleres y Patronato). Por eso el cruce ante Argentinos será de gran importancia para quebrar esa racha.