Con igualdad de puntos y acechando de cerca al líder, River y Boca se enfrentaron en La Bombonera. Los de Marcelo Gallardo se midieron ante el Xeneize con la intención de despegar de una vez por todas en la Liga Profesional. Pero el rival de toda la vida aprovechó una de las pocas oportunidades que tuvo y se quedó con un Superclásico en donde no faltaron las polémicas.
Tras un parejo primer tiempo, Marcelo Gallardo buscó darle más verticalidad al equipo. Permitió los ingresos de Esequiel Barco, Miguel Borja y Rodrigo Aliendro, mientras que sentó a Juanfer Quintero, Pablo Solari y Andrés Herrera. Y aunque el Muñeco priorizó la frescura de sus dirigidos, empezó a notarse el cansancio y existió una clara merma en el ritmo del cotejo.
Lamentablemente, en el segundo tiempo llegó un inesperado golpe para River. A pesar de que no sucedía mucho en el partido, Boca empezó a empujar y complicó al Millonario. Y tras una tremenda atajada de Franco Armani ante Pol Fernández, el conjunto local aprovechó el tiro de esquina y Darío Benedetto de cabeza abrió el marcador.
Y como viene siendo costumbre, el arbitraje favoreció a Boca y perjudicó a River. Rodrigo Aliendro sufrió un brutal golpe en su rostro, por lo que debió salir del terreno de juego entre un mar de lágrimas. Sin embargo, ni el VAR ni la transmisión oficial repitieron la jugada ante una posible expulsión de Alan Varela, despertando la furia del pueblo millonario.
Intentando sobreponerse a la insólita determinación de Darío Herrera, River empezó a buscar el empate. Se adueñó del partido y ahogó a Boca contra su arco. Y pese a la expulsión de Marcos Rojo por una desleal infracción, los de Gallardo no lograron encontrar el ansiado gol y se quedaron con las manos vacías. De esta manera, el Millonario desaprovechó una chance única de subirse a lo más alto de la tabla de posiciones.