Claro está que Marcelo Gallardo sigue sin encontrar su equipo ideal en lo que va de este segundo semestre. En sí, a lo largo del año realizó varias pruebas producto de bajos rendimientos y demás. Pero no hay respuesta total y las pérdidas de puntos ya comenzaron a verse. El próximo domingo, River enfrentará a Independiente. Y luego de la caída ante Sarmiento, paró un sorpresivo once.
Estando en agosto y a tres meses del cierre competitivo, River todavía no logró el funcionamiento que tanto lo destacó en la temporada pasada. Lesiones, niveles en deceso y partidas, modificaron la idea principal de Marcelo Gallardo. Pero no dará brazo a torcer y ningún nombre es indispensable. Por lo que la formación para el clásico tendría algunas variantes.
El técnico de River dispuso este jueves por la tarde un ensayo táctico en Ezeiza. Allí, se trabajó pesando en Independiente. Pero sobre todo para reforzar una de las afirmaciones que dejó el último domingo: armar el mejor equipo posible con lo que tiene. En este contexto, tuvo una grata noticia en el inicio de la semana: la recuperación de Pablo Solari y el alta Esequiel Barco.
La práctica de este jueves arrancó con una serie de ejercicios físicos y tácticos. Y a la hora de buscar afinar algunas cuestiones del rendimiento, Marcelo Gallardo metió mano y paró un once con Franco Armani en el arco; Milton Casco, Paulo Díaz, David Martínez, Elías Gómez en la defensa y Enzo Pérez en el medio. Solari, Aliendro, Palavecino y Barco más arriba. Lucas Beltrán como único delantero.
Claro que el entrenador, fiel a su estilo, siguió probando y realizó algunas alternativas: Mammana reemplazó a Elías Gómez para ingresar como lateral derecho. Y que Milton Casco pasara al izquierdo; Javier Pinola ingresó en lugar de David Martínez, Nicolás De La Cruz hizo lo propio con Aliendro y Tomás Pochettino entró por Solari. Un anticipo de lo que puede suceder…