Milton Casco arribó a River en septiembre de 2015 como protagonista de una de las tantas novelas del mercado de pases. Es que el elenco dirigido por Marcelo Gallardo salió a disputar la contratación del por entonces lateral de Newell’s nada más y nada menos que con Boca, el rival de toda la vida. Finalmente, llegó a Núñez y en el día de ayer llegó a una cifra récord.
La intención era reemplazar a Leonel Vangioni, que optó por irse con el pase en su poder al Milan. Y siempre se buscó un jugador de similares características, con pasado en el mismo equipo y con presente de Selección Argentina. En ese panorama, el entrerriano quedó en el medio de una disputa entre los conjuntos más importantes del país.
Más allá del convencimiento de Milton, sus primeros tiempos en River fueron tormentosos. Su debut no fue el imaginado, ni por él ni por los hinchas. El elenco de Gallardo cayó en el superclásico y el marcador de punta tuvo una actuación olvidable. Tal vez ese primer traspié fue el que comenzó a cargar una mochila llena de pretensiones y de algunos murmullos en el Monumental.
El camino de Milton Casco se llenó de espinas pero no dejó de luchar. Pese a los malos rendimientos, el entrenador lo sostuvo en el equipo titular. En algún momento probó con Camilo Mayada de lateral izquierdo y promovió a un juvenil de la cantera, Luis Olivera, pero tampoco dio resultado. Ni siquiera el arribo de Marcelo Saracchi, el joven lateral de 16 que se calzó la casaca en 2017.
Todo lo que vino después es historia conocida. Se consolidó, siguió ganando título y obviamente la final más importante de la Copa Libertadores ante Boca. Ayer, Milton se convirtió en un hombre récord en el ciclo de Marcelo Gallardo. Porque el jugador con más partidos en todo el ciclo del Muñeco (214) y superó a Leonardo Ponzio, uno de los grandes emblemas.