El pasado jueves, River volvió a dar una vuelta olímpica, y más precisamente la décimo tercera del ciclo de Marcelo Gallardo. Con el triunfo por 4 a 0 frente a Racing, los de Núñez sumaron un nuevo título, y cortaron una larga racha sin poder ganar un campeonato local. Pero entre las cosas secundarias que trajo la consagración, hay una que tiene como protagonista a Enrique Bologna.
El Beto es uno de los futbolistas más queridos por todos los hinchas. A pesar de no haber sumado muchos minutos desde su llegada, el arquero supo ganarse a la gente, y a día de hoy es amado por todos. Pero más allá de las pocas chances que tuvo desde su arribo al Millonario, hay una cuestión que destaca, y lo convierte en alguien realmente particular.
Desde su arribo a Núñez a mediados de 2016, Enrique solamente ha disputado 17 partidos, números realmente bajos para la cantidad de tiempo. Sin embargo, lo cierto es que el guardameta llegó a la institución justamente para ser suplente, y hasta la actualidad se mantiene vigente. Pero, ¿cuál es la curiosidad que lo hace tan especial?
¿De qué se trata?
A pesar de no haber tenido gran cantidad de minutos, el Beto se dio el lujo de levantar nueve títulos. Y lo curioso es que si a estos se los compara con la cantidad de enfrentamientos, Bologna se coronó cada menos de dos encuentros. Sin lugar a dudas, el promedio es realmente espectacular, y difícilmente sea superado en el futuro.
Desde la llegada de Armani, la posición de Enrique ha quedado aún más clara. Lo cierto es que apenas arribó, el arquero titular era Augusto Batalla, cuyos rendimientos lo tenían en la cuerda floja. Pero con la presencia de Franco, el ex Gimnasia se afianzó en el banco de suplentes, y cuando le tocó entrar lo hizo de gran forma.