Durante su exitoso ciclo al frente de River, Marcelo Gallardo ha obtenido grandes aciertos. En sí, su experiencia se enfoca en los títulos conseguidos. Pero hubo una serie de semblantes que generó el éxito más contundente. Y una de ellas fue el potenciar jugadores que llegaban con grandes expectativas. Uno de esos tantos fue Nicolás De La Cruz.
Claramente, la capacidad del Muñeco para incrementar el estilo a sus dirigidos es única. Y el uruguayo, sufrió una metamorfosis de completo desconocido a ser una pieza trascendental de River. Por eso, él sabe más que nadie lo que significa un aspecto así con su propia experiencia. Ahora, una lesión lo margina del equipo y la preocupación crece.
La rapidez, la gambeta, el sacrificio y disciplina táctica son baluartes del juego de De La Cruz que no sólo lo convirtieron en un futbolista indispensable para Gallar. Sino que, además, lo llevaron a ser tenido en cuenta en la Selección de Uruguay. Por eso, su presencia cada vez más necesaria y el entrenador se plantea cuándo podrá estar disponible.
La realidad expone que De La Cruz comienza a evolucionar favorablemente de la trombosis venosa en su pie izquierdo, y su regreso a las canchas está cada vez más cerca. Al mediocampista charrúa le encontraron un coágulo alojado en un vaso sanguíneo. Por eso, desde el compromiso ante San Lorenzo no está a disposición del técnico.
Pero para la buena noticia de todos los riverplatenses, De La Cruz volvió a calzarse los botines en las últimas prácticas, donde llevó a cabo ejercicios livianos de manera diferenciada. El uruguayo no estará el próximo domingo ante Patronato, pero hay oportunidades de que reaparezca en el duelo con Platense del 21 de noviembre.