River derrotó por 2-1 a Boca con doblete de Julián Álvarez. En el marco del regreso de los hinchas al estadio Monumental se vivió una jornada especial. Porque los fanáticos pudieron volver a ovacionar a sus ídolos pero también a su entrenador: Marcelo Gallardo. Apenas apareció el conductor del equipo, las tribunas se cayeron en aplausos.
Porque quizás sea el último Superclásico del Muñeco como técnico del Millonario. Y como tal, el líder de la Banda lo transitó de forma muy activa: reacción sorprendente a los goles, la bajó de taco sobre la línea de cal y la gente no para de corear su nombre y el corresponde con un saludo. ¡Mirá como vivió el partido Napoléon!
El DT del Millonario tuvo el primer tiempo de forma muy eufórica e intensa. En el primer grito de Julián Álvarez se lo pudo observar festejándolo con los puños cerrados, bien cerca de Matías Biscay. Y con la mirada fija de cara al banco que comanda y a todo el público riverplatense que asistió: un total de más de 36mil espectadores.
Luego, tras el segundo tanto de la Banda, que también fue convertido por Julián Álvarez y el segundo en su cuenta personal, el Muñeco no se guardó nada y explotó de alegría. De esta forma, se lo pudo ver celebrando con los puños bien apretados, dando saltos y con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro que parecía ser interminable.
El taco del Muñeco
Asimismo, cuando la primera mitad de diluía, el entrenador de Núñez bajó la pelota con un sutil taco, como cuando lo hacía cuando vestía los colores del club. En ese preciso instante, la gente presente en el Monumental deliró con la ilusión y comenzó a cantar a una sola voz: “No se va, el Muñeco no se va”. Después de semejante ovación, el Muñeco levantó su mano y agradeció.