En la noche de ayer, River venció a Aldosivi en el estadio Monumental. Con la clara necesidad de volver al triunfo y lo logró. Con goles de Julián Álvarez y Enzo Pérez, el local cortó una mala racha y pudo sonreír en su casa. Pero para el ojo cíclico de los fanáticos, el primer tanto de la noche tuvo una particularidad que enloqueció a todo Núñez.
Una cadena de pases que expresaron la costumbre de Marcelo Gallardo en su máxima claridad. Incluso en un cotejo que el Millonario arrancó con poca lucidez. En apenas una jugada demostró su idea de juego sigue latente. El 1-0 llegó tras una enorme jugada colectiva que terminó sellando en el arco de los marplatenses el joven cordobés, Álvarez.
Luego de seis toques que comenzaron en Franco Armani y que terminaron en la definición de Araña. El primer toque fue simple: un pase del Pulpo hacia David Martínez, quien instintivamente buscó a Milton Casco. El ex Newell’s estaba ubicado en el carril izquierdo. El entrerriano rápidamente encontró a un compañero para avanzar: Braian Romero.
El atacante pivoteó y repuso el balón a Milton, ya osado. Ese rebote de Romero permitió que el lateral izquierdo se soltara. El acierto del ex Defensa fue seguir correctamente el desarrollo de lo que la situación pedía. Porque se sostuvo en línea de pase de Casco, ya llegando al área. Y fue él quien agarró el quinto pase y, segundos después, buscó a Álvarez.
El toque final
El cordobés, en última instancia, terminaría culminando con la definición y haciéndolo con gran jerarquía. Julián aprovechó que la proyección de Vigo contuvo a una marca, percibió que podía picar al espacio y tiró cruzado al segundo palo de Devecchi. Por lo que, para la alegría de los hinchas, el ADN del Muñeco se vio reflejado en este tanto que abrió el marcador.