Este jueves por la mañana, River alternó entre buenas noticias y una no tan alegre: la llegada de Enzo Fernández y la baja de Leo Ponzio. Y parecía que todas serían malas, puesto que por segundo día consecutivo Paulo Díaz no se hacía presente en Ezeiza debido a que fue a realizarse nuevos estudios cardiológicos por la miocarditis. Sin embargo, los resultados dieron bien, recibió el alta y Marcelo Gallardo podrá contar con él.
Y el día de volver a las canchas llegó: tras un mes de reposo y recuperación continua por una miocarditis leve provocada como secuela del contagio de coronavirus, el defensor chileno recibió la mejor noticia de este semestre, puesto que volverá a entrenarse junto a la par de sus compañeros en lo que es el comienzo de una nueva pretemporada y también partirá rumbo a Estados Unidos.
Este miércoles, el central de River había regresado a la Argentina luego de sus vacaciones en Chile acompañado por su familia. La enfermedad le impidió jugar y tener un lugar en las listas para las Eliminatorias Sudamericanas y la Copa América y, tras el receso obligatorio, Paulo Díaz llegará enfocado en comenzar la pretemporada con la mente puesta en los octavos de la Libertadores contra Argentinos.
Paulo Díaz y Beto Bologna fueron los futbolistas de River que presentaron síntomas más fuertes mientras padecieron el coronavirus. El aquero obtuvo el alta antes del comienzo de la segunda etapa del semestre tras un principio de neumonía que lo dejó relegado mientras que el defensor tuvo que esperar unos días y mantener la recuperación que dependía de cada organismo.
De esta manera, el único jugador que queda afectado hoy por hoy es Leo Ponzio, quien esta mañana fue diagnosticado con el mismo problema cardíaco que Díaz y no viajará a Orlando. Se quedará en Argentina para hacer 10 días de reposo y luego volverá a tener análisis médicos para ver en qué condiciones continúa y si es posible que pueda unirse junto a sus compañeros.