A lo largo de la historia, River y Boca han disputado una gran cantidad de enfrentamientos, aunque está claro que algunos resaltan más que otros. Evidentemente, las finales de la Copa Libertadores de 2018 son las que más resaltan, aunque también hubo otros encuentros destacados. Y en uno de ellos, Darío Herrera fue protagonista.
Este último nombre ha sido uno de los más mencionados en los últimos días, y eso se debe a su designación para el próximo Superclásico. Este domingo, el Millonario y el Xeneize volverán a verse las caras y el hombre de 37 será el encargado de impartir justicia. Pero en el amplio historial que tiene dirigiendo a ambos clubes, hay uno que se distingue.
Para encontrarlo, hay que remontarse a los inicios del ciclo de Marcelo Gallardo, y más precisamente a su segundo año en el cargo. El 15 de mayo de 2015, River y Boca se enfrentaron por los octavos de final de la Copa Libertadores, aunque ocurrió algo que nadie esperaba. ¿El gran protagonista? El gas pimienta arrojado a los jugadores del Muñeco.
La eliminación en semifinales de la Copa Sudamericana de 2014 y el triunfo del Millonario en la ida de esa serie habían dejado tocados a los hinchas de Boca. Es por eso que en La Bombonera, un grupo de “fanáticos” protagonizaron uno de los hechos más vergonzosos de la historia del fútbol mundial. Justamente, el árbitro de aquel día fue Darío Herrera.
El árbitro fue uno de los que tomó la determinación de suspender el enfrentamiento, aunque la espera se hizo larga por demás. Su idea era la de volver a jugarlo, pero las pésimas condiciones de los futbolistas de River hacía que eso fuera imposible. En consecuencia, y luego de una prolongada espera para tomar la determinación, Herrera dio por finalizado aquel encuentro.