Marcelo Gallardo se especializa por la fantástica evolución futbolística que suelen alcanzar sus dirigidos. El técnico de River potencia a sus jugadores y saca lo mejor de cada uno. Pero no todos pueden convertirse en estrellas. Muchas veces, por diferentes motivos, los futbolistas deben abrirse su camino en el ascenso del fútbol nacional.
Pablo Carreras es uno de esos casos. Comenzó su recorrido en el fútbol de la mano del muñeco en 2015. Fue en una exhibición del equipo de Napoleón que derrotó a Atlético Rafaela por 5 a 1 por el torneo de primera división. El muñeco confió en él y lo puso desde el arranque. Carreras disputó los 90 minutos y recibió una tarjeta amarilla.
En sus inicios supo ser uno de los futbolistas con mayor proyección del semillero millonario. Lamentablemente, no todo lo que toca el muñeco se convierte en oro. Tras su debut, el lateral no se afianzó en el equipo. Tan solo disputó algunos minutos en los siguientes 4 encuentros y no volvió a vestir la gloriosa banda en el pecho.
En 2016 fue cedido a Nueva Chicago, con la intención de formarse y ganar minutos que le dieran continuidad. Tristemente, en el torito tampoco contó con muchas oportunidades. Su paso por el verdinegro fue deslucido y regresó al club de Núñez. Allí su ciclo ya estaba terminado, entrenó algunos meses con la reserva millonaria hasta finalizar su contrato. Tras esta situación emigró al futbol de Chipre.
Su regreso y encuentro con un ex River
Tras dos años en Europa vuelve a su país natal. Hoy el que lo repatria es Cristian Fabbiani, quien contará con sus servicios en Fénix. El ogro viene de tener una mala temporada con el blanquinegro, pero continuará comandando al equipo. Con la incorporación de Pablo Carreras, Fabbiani buscará armar un plantel competitivo para la división. Mientras que el surgido en Núñez, volverá a ver una cara conocida.