El mercado de pases cierra en unos días y, si bien River no pensaba seguir incorporando, ayer se ilusionó con el regreso de Sebastián Driussi. El delantero se desvinculó sorpresivamente del Zenit y en Núñez levantaron rápidamente los teléfonos. Sin embargo, el Gordo terminó arreglando con el Austin FC de la MLS, lo que generó cierta molestia en los hinchas. Acá, los verdaderos motivos de su decisión.
Ni bien empezó el mercado de pases, todo el mundo River sabía que era prácticamente un hecho que Rafael Santos Borré iba a dejar el club. En este contexto, el primer nombre que surgió para reemplazarlo fue el de Sebastián Driussi. Desde hace varios meses, el Gordo empezó a coquetear con la chance de volver, ya sea desde sus redes sociales o en entrevistas.
Driussi manifestó en varias oportunidades que estaba cansado de su vida en Rusia y que su sueño era volver a vestir la banda. Incluso, cuando en el mercado de enero se cayó la operación, el propio jugador dijo que en junio sí iba a sumarse al equipo de Gallardo. Sin embargo, cuando River lo fue a buscar se encontró con una postura muy firme de los dirigentes del Zenit, que pretendían recuperar el dinero invertido.
Claramente, River no está en condiciones de pagarle a Seba lo que cobraba en Rusia, por lo que solo apelaba a su buena voluntad. Además, el otro problema era que Driussi aún tenía contrato hasta junio de 2022. En definitiva, el mercado se diluyó y la chance de un regreso se pinchó. Pero en el día de ayer se abrió la esperanza cuando se conoció la desvinculación del delantero con el club ruso.
Rápidamente, desde Núñez iniciaron gestiones, pero ya era tarde. Driussi decidió irse al Austin de la MLS. Y según Gustavo Yarroch, su elección se basa principalmente en una cuestión económica. Es que el Millonario no puede afrontar el contrato que percibirá en Estados Unidos. Y por otro lado, su familia no tiene intenciones de volver a vivir en Argentina, algo que fue clave para inclinar la balanza.