Claro está que el año 1996 es inolvidable para los hinchas de River. Ese equipo llenó los ojos de los fanáticos e inició una era plagada de éxitos. De la mano de Ramón Díaz, el club de Núñez tenía al alcance de la mano su segunda Copa Libertadores, y el pueblo Millonario así lo sentía. Un día como hoy, pero hace 25 años, la gente de River brindó un espectáculo sin precedentes en el marco de la final ante América de Cali.
Ni bien Ramón Díaz se sentó en el banco de River, se trazó como objetivo ganar la Libertadores. El riojano sabía que contaba con un gran plantel y que si lograba hacer funcionar al equipo, podía cumplir su meta. La banda tuvo una gran copa y el 12 de junio se metió en la gran final. La banda venció por 1-0 a Universidad de Chile en Núñez y se ganó un lugar en la definición.
A partir de esa noche, los hinchas comenzaron a palpitar esos duelos ante América de Cali. Es que River no jugaba la final de la copa desde 1986, donde casualmente el rival también fue el conjunto colombiano. En aquella oportunidad, el Millonario se quedó con la Libertadores, de la mano de un gran equipo encabezado por el Beto Alonso. Ramón y compañía soñaban con volver a repetir la historia.
River perdió 1-0 la ida en Cali, el 19 de junio. Y estaba obligado a ganar en el Monumental por dos goles. El apoyo de los hinchas sería fundamental, y es por eso que se empezó a preparar un recibimiento colosal. Finalmente, el 26 de junio de 1996, las 70 mil personas que estaban en el Monumental llevaron a cabo algo único e irrepetible. “El recibimiento jamás realizado equipo alguno en la historia del fútbol argentino“.
De esa manera lo definió el periodista Alejandro Fabbri. Papeles, serpentinas, banderas, bengalas y un aliento ensordecedor decoraron la noche de Núñez. El encuentro tardó más de diez minutos en comenzar por el humo que había en el campo. Y se jugó en medio de una gran cantidad de papelitos que bañaban el césped. La gente tuvo su partido aparte y los jugadores respondieron en la cancha. Al final, todos festejaron.