El duelo entre River y Aldosivi dejó buenas sensaciones para todo Núñez. En principal, porque el equipo de Marcelo Gallardo volvió a sonreír con el triunfo en sus manos. También por la cercanía que va manteniendo con el lote de las primeras posiciones en la Liga Profesional. De esta forma, cortaba una mala racha sin conseguir victorias.
Sin embargo, no todo fue tan grato para el Millonario. Es que, a pesar de que Julián Álvarez marcó el tanto para abrir el marcador, tuvo otra oportunidad para estirar la ventaja desde el punto del penal. Pero el delantero cordobés pateó muy débil y Devecchi se lo contuvo. Y allí comienza el punto de partida con un karma que golpea a Núñez: los goles desde los doce pasos.
La venta de Gonzalo Montiel al Sevilla no sólo dejó un gran hueco en el lateral derecho. Cachete era el encargado irrefutable de los penales y su salida abrió otra vez un inconveniente repetido del ciclo Gallardo. Aunque Enzo Fernández se hizo cargo de la factura ante Vélez, esta vez el Álvarez quiso ser el ejecutante y estiró una mala estadística.
Según los datos publicados por Diario Olé, desde la llegada de Gallardo al banco, River elaboró 74 tiros en tiempo regular, de los cuales falló 21 (28,3%). No obstante, si se toma como referencia desde julio de 2019 hasta la fecha, el lapso de tiempo en el que más se evidenció la falta de eficacia desde los doce pasos, el promedio es alarmante.
Resulta que, el Millonario tuvo 25 penales, convirtió 14 y erró 11 (seis atajados y cinco desviados), lo que simboliza un 44% de remates frustrados. Sin duda, una estadística que preocupa al propio entrenador y al equipo. Además deja en evidencia que, las labores para los pateadores será más exigida con la necesidad de revertir esta historia.