Es el primero. Hoy por hoy, todos los jugadores de la Selección Argentina que están en Europa todavía tienen algunos días más de actividad. Pero en el mientras, Franco Armani ya puede decir que se encuentra enfocado en el Mundial de Qatar. Este viernes a la mañana tuvo su última práctica en River dejando una marca histórica en este 2022.
No fue cualquier entrenamiento, claramente. Significó ni más ni menos que la despedida entre Franco Armani y Marcelo Gallardo, el DT que insistió tanto por él a principios del 2018. Fue quien le dio la confianza y responsabilidad de ocupar el arco más grande del mundo. Además de entablar una gran relación en estos años llenos de conquistas.
No es casualidad ni magia que se repita su condición de mundialista tras la primera oportunidad con Jorge Sampaoli. Esta vez será el único argentino de nuestro fútbol. Armani tuvo un gran año, a pesar de que éste quede marcado como el más flojo de la era Gallardo. Su enorme mérito fue destacarse cada vez más para no caer en el bajón colectivo.
Quedará en la memoria de todos los hinchas su última imagen, el penal que le sacó a Galván en la cancha de Racing. No obstante, a su año lo refrendan números superlativos: atajó 120 de los 158 tiros, lo que representa una alta efectividad del 76% (el 2018, top, parece irrepetible: 82%), y mantuvo la valla invicta en 20 de los 48 compromisos en los que le tocó estar bajo los tres palos.
Con esta convocatoria, Armani sellará algo que no se daba en River desde 1982. Es la primera vez desde ese año que un jugador del club repite en una Copa del Mundo de manera consecutiva. En ese de España 82, el Pato Fillol había ido por tercera vez, luego de sus presencias en Alemania 74 y Argentina 78. Orgullo total para todo el pueblo riverplatense.