Esta vez no hubo VAR, Roberto Tobar no se acercó al monitor para tardar más de cinco minutos en decidirse. Pero un nuevo River–Vélez terminó con muchas polémicas. Este domingo por la Liga Profesional, se verán las caras 11 días después del cruce de vuelta de octavos de la Copa Libertadores. Pero en la previa, los pibes de Reserva se enfrentaron en Ezeiza en un duelo picante.
En este marco, el Fortín ganó 2-0 y en el Millonario hubo total fastidio por las dos expulsiones que se cometieron y un claro penal no cobrado. El conjunto de Jonathan La Rosa llegaba entonado, con cuatro triunfos al hilo y en lo más alto del torneo. No obstante, se cruzó con los de Liniers que salieron enchufados desde el arranque del choque.
A falta de nueve minutos para el cierre del primer tiempo abrió el marcador con un gol de lateral. Cano hizo un saque largo con las manos desde la izquierda, la pelota picó cerca del punto del penal sin que ningún defensor la pudiera sacar y Jonathan Berón sacó un derechazo de media vuelta para abrir el marcador. Obligado a ir por el empate, River tuvo el 1-1 en los pies de Fernández.
Hay bronca en todo River
Luego el Millonario adelantó sus líneas en el segundo tiempo, pero a los 6′ sufrió el primer revés. Guillén frenó a Cano de un manotazo y el árbitro Maximiliano López Monti sancionó la falta sin mostrarle la cartulina. Sin embargo, tras el llamado de Estela Álvarez de Oliveira, cuarta jueza que estaba muy cerca de la acción, le sacó la segunda amarilla y lo expulsó.
A pesar de tener un hombre menos, los de Núñez siguieron buscando. Londoño Bedoya se lució con un lujo que incluyó doble taco y caño pero llegó una nueva polémica. Julián Ramírez Kloster evitó sobre la línea el gol de Airala. No obstante, en la acción previa, tras un remate de Valencia, la pelota pegó en el brazo de García. En Ezeiza todos gritaron penal, pero el juez dejó seguir.
Para colmo de males, Monzón le dio un cuerpazo a Berón y López Monti le sacó una nueva amarilla al defensor de la banda roja para mandarlo a las duchas. En clara ventaja numérica, Vélez desperdició varias ocasiones hasta que Gianluca Prestianni, de sólo 16 años, le puso el broche a la victoria en tiempo de descuento. Y sí, en una jugada en la que River reclamó que nació de una infracción.