River se consagró campeón de la Copa Libertadores 2018 ante Boca en Madrid. Ese es un recuerdo inolvidable para todos los hinchas, que del triunfo por 3-1, remarcan el tercer gol de Gonzalo Martínez. Ya sea por la corrida, por el relato o porque fue en el final del partido, es el tanto del que más se acuerdan los fanáticos del Millonario. Curiosamente, Marcelo Gallardo confesó que, el día de la final, no miró el cierre.
La final de la Copa Libertadores 2018 se dio en un contexto totalmente anormal. Si bien la ida 2-2 en La Bombonera resultó sin problemas, la vuelta trajo complicaciones. Debido a incidentes fuera del estadio, el plantel de Boca resultó herido y no pudo jugar el partido. La Conmebol había decidido reprogramar el partido para el día siguiente pero finalmente movió el partido a Europa. Más precisamente a Madrid, España, en el Santiago Bernabeu.
Ya de por si, el contexto del encuentro decisivo era raro. Como si fuera poco, Marcelo Gallardo no podía estar en el banco debido a una suspensión que tenía que cumplir, por lo que miró todo el partido desde el palco como si fuera un hincha más. Curiosamente, esto generó una gran anécdota que contó en un show de streaming junto a Atilio Costa Febre.
Aprovechando que es el cumpleaños de Gonzalo Martínez, siempre es bueno recordar cómo vivió Gallardo el último gol de la final: “Los dos primeros los grité con la misma euforia porque el tercero no lo vi. Ya había bajado del palco y estaba esperando que termine el partido. Mientras iba bajando varios pisos hasta el vestuario iba viendo monitores que estaban en las escaleras y que estaban transmitiendo el partido. Cuando bajé faltaba el descuento todavía y algunos minutos más. Pasaban cosas y yo no las veía”, indicó el Muñeco.
Así de loco como parezca, el gol más gritado en los últimos años de River no fue visto ni por el propio DT, que obviamente luego de la consagración observó la corrida del Pity en los resúmenes de los noticieros deportivos. Sin lugar a dudas, en el día de su cumpleaños, había que recordar esta divertida anecdota de Napoleón sobre cómo vivió el gol de Martínez.