Posiblemente, la mayoría de los hincha de River no conozcan a Brian Velázquez. Un joven laburante que en una madrugada de noviembre de 2018 encontró lo más valioso que le habían robado a Marcelo Gallardo en antesala de la final más importante de la historia ante Boca. Brian le devolvió al entrenador lo que el material hurtado.
Por lo que el Muñeco nunca se olvidó de ese gesto tan enorme y así se lo hizo saber en la fiesta por el tercer aniversario de la Copa Eterna en el Monumental. El DT más ganador de la historia del Millonario recibió emocionado a uno de los héroes anónimos del 9 de diciembre. Las imágenes fueron furor en las redes sociales, y con videos incluidos.
La historia salió a la luz en el libro de Diego Borinsky “Gallardo recargado”, la segunda parte de la biografía de Gallardo. En noviembre de 2018 al Muñeco le rompieron el vidrio trasero de su auto y le robaron un maletín en el que tenía carpetas con la preparación de las finales más importantes de la historia, además tenía una Ipad y su pasaporte.
Los ladrones descartaron todo menos el producto electrónico. Y justamente, fue Brian Velázquez, que trabaja como barrendero en la Ciudad de Buenos Aires y es fanático hincha de la banda roja, que encontró las carpetas y el pasaporte. Velázquez rebuscó las formas para hacerle llegar al DT que tenía las carpetas y su pasaporte. De inmediato Gallardo se encontró con él en el River Camp.
Además de agradecerle por el gesto, le obsequió una camiseta y estuvieron un largo rato charlando. Pasaron los años y en el Millonario no se olvidaron de lo que hizo Brian. Por eso, decidieron invitarlo junto a su familia para que disfrute en un lugar privilegiado la fiesta por el tercer aniversario de la Copa Eterna. Así fue que Velázquez pudo vivir la fiesta desde el campo de juego.
El encuentro con el Muñeco
Una vez terminada la fiesta y luego de ver a un Gallardo eufórico celebrando con su gente el tercer aniversario de una consagración soñada en la historia de River, Brian esperó al Muñeco para saludarlo. El entrenador del primer equipo lo recibió a pura emoción: “Hola capo de los capos”, junto con un enorme abrazo tanto a él como a su hijo y su esposa.