Los años 1996 y 1997 fueron tiempos gloriosos para River Plate, marcados por la obtención de títulos nacionales y destacadas participaciones en competiciones internacionales. Bajo la dirección técnica de Ramón Díaz, el club de Núñez consolidó su hegemonía en el fútbol argentino y dejó una huella imborrable en su historia.
Jugadores como Hernán Díaz, Ariel Ortega, Eduardo Berizzo, Celso Ayala, Enzo Francescoli o Marcelo Gallardo; son algunos de los nombres por los que Ramón Díaz, entrenador por aquel entonces, se decidía cada fin de semana. Con una combinación de talento, estrategia y determinación, el equipo de Núñez dejó una huella imborrable en la historia del fútbol argentino e internacional.
En la actualidad, el estilo de juego de River Plate bajo la dirección de Marcelo Gallardo se caracteriza por su alta intensidad y presión constante sobre el rival. El equipo busca recuperar el balón lo más rápido posible tras perderlo. Gallardo ha implementado una gran versatilidad táctica, ajustando el esquema y la estrategia en función del rival y las circunstancias del partido. Esto incluye cambios entre una línea de tres o cuatro defensores y variaciones en el medio campo.
Sin embargo, un compañero de equipo de Gallardo, en ese entonces, liquidó al “Muñeco”. “Gallardo no jugaría con el fútbol de hoy”, señaló Roberto Monserrat, conocido en la comunidad riverplatense como el “Diablo”, en diálogo con Atilio Costa Febre, para River Monumental.
Conocido por su carácter combativo y su habilidad en el campo, Monserrat fue un mediocampista versátil que podía desempeñarse tanto en la defensa como en el ataque. En entrevistas recientes, Monserrat ha sido crítico del fútbol moderno, señalando que se ha perdido la esencia del juego y que los jugadores actuales están más preocupados por su imagen y contratos que por el deporte en sí.
A nivel selección, Monserrat participó en la Copa América de 1997 con la Selección Argentina, aunque una lesión en uno de los entrenamientos lo dejó fuera del torneo.