Muchos fueron los buenos jugadores que pasaron por el club y no lograron rendir por algún motivo pese a que su calidad era indiscutida. Uno de ellos fue Gastón Fernández, quien siempre mostró cualidades muy buenas, pero no logró demostrarlas con regularidad. Lamentablemente para el pueblo millonario, terminó explotando en otros clubes.
A los 12 años, la gata llegó a las inferiores de River y realizó su debut en 2002. Al año siguiente pasaría a Racing, a préstamo, y logró armar una delantera letal junto a Mariano González y Lisandro López. Luego de un gran semestre, volvió al millonario donde no tuvo lugar otra vez y se marchó cedido a Monterrey de México.
En su regreso al fútbol argentino, él ya tenía prácticamente cerradas las puertas en River y pasó a San Lorenzo. Allí salió campeón, siendo figura y mostrando un nivel superlativo, en ese entonces, el ciclón lo adquirió por 1.500.000 de dólares. Tras una gran campaña pasa al Tigres por 3.300.000 de la moneda estadounidense. Luego, regresó al medio local donde encontraría su lugar en el mundo.
Saldría campeón de la Copa Libertadores 2009 y enamoraría a los hinchas de Estudiantes. Pero, finalizado su préstamo, volvió a México donde logró un trofeo y para el próximo año retornaría al pincha. Obtendría el Torneo Apertura 2010, siendo goleador. Pero años más tarde, el TAS lo multa y él decide marcharse a Portland para evitarle una molestia al conjunto de La Plata.
Tras pasos por Universidad de Chile y Gremio, vuelve a Estudiantes para darle un cierre a su carrera como profesional en el club que lo adoptó. Hace no mucho, reveló que Marcelo Gallardo intentó convencerlo para volver, pero cerca de su retiro priorizó quedarse en el pincha. Hoy, en el conjunto de La Plata, es considerado un ídolo de la institución.