Hasta el momento, River se ha convertido en uno de los grandes protagonistas en el mercado de pases luego de hacer varias operaciones de renombre. La primera de ellas fue acordar el regreso de Felipe Peña Biafore, mientras que luego se le agregaron las llegadas de Federico Gattoni, Franco Carboni y Jeremías Ledesma. No obstante todo indica que habrá más arribos a Núñez.
En las últimas semanas, Valentín Gómez y Adam Bareiro han seguido negociando con el Millonario. Si bien las operaciones están muy encaminadas, aún resta pulir algunos detalles, por lo que las novelas siguen sin ver la luz al final del túnel. A eso, se le sumaron más nombres con el posible fichaje del uruguayo Luciano Rodríguez, un viejo anhelo de la dirigencia del club.
Por otra parte, se han llevado a cabo algunas bajas en el plantel con las salidas de Agustín Palavecino y Ezequiel Centurión. A ellos, se le podría añadir Andrés Herrera y Héctor David Martínez, como también Paulo Díaz y Esequiel Barco. En el caso del defensor chileno, su destino sería Arabia Saudita, mientras que el ex Independiente se mudaría al fútbol ruso.
Con la inminente baja de Barco, en River se ven obligados a buscar a un volante mixto que pueda suplirlo. Por eso, surgieron varios nombres que estaban en carpeta y uno de ellos fue el de Pedro de la Vega, un prometedor jugador que supo destacarse con la camiseta de Lanús en el fútbol argentino, aunque hoy defiende los colores del Seattle Sounders de la MLS.
Ante la salida de Esequiel, en el Millonario se reflotaron algunas ideas de los nombres que estaban en la lista. Como es el caso de Lucas Robertone, Bruno Zapelli, Gianluca Prestianni y De la Vega. Por el “Pepo”, el club norteamericano no le dejaría salir tan fácilmente, ya que lo adquirieron por 7 millones de dólares y buscarían recuperar lo invertido.
La historia de Pedro de la Vega con River
En 2018, Jorge D’Onofrio, quien era el presidente de River en ese entonces, estuvo en el programa de Mirtha Legrand y confesó. “Yo tengo un problema con Pedro, ja. Tengo un puñal clavado en el corazón, el día de las lágrimas de ese partido con River, pregunté por este chico. Y dije ‘qué gran jugador es’ y viene uno de River y me dice ‘te voy a dar la peor noticia: se probó en River’. Tremendo dolor”.
Luego, Pepo respondió: “Fue así. Estuve un año jugando en el torneo Metropolitano de River, yo vivía en Olavarría, jugaba y me volvía porque era chico y no me animaba a venir a vivir a Buenos Aires. Hice un año eso, al otro año me tenía que ir y no me animé. En 2015, yo estaba decidido a quedarme en Buenos Aires, pero cuando fui, por diferentes cosas, no quedé y no me dieron pensión”.
