River se mostró muy metido durante los primeros 45 minutos. Tanto en campo propio como rival, donde no tardó mucho en imponer condiciones. Luego de algunas chances desperdiciadas logró abrir el resultado, gracias a la jerarquía de su goleador. Resulta que Miguel Borja aprovechó un gran centro de Claudio Echeverri y la mandó a guardar.
Ahí no terminó el asedio millonario contra el arco del conjunto mendocino, que poco tuvo que hacer durante la primera parte. La tranquilidad llegó a los 34 minutos, tras una gran contra que terminó en los pies del Colibrí. A pesar de que el remate fue imperfecto por un rebote en el camino, la pelota superó a Marinelli y despertó la locura de la parcialidad riverplatense.
La acción continuó en el complemento, con un Independiente Rivadavia más plantado que supo complicar a la última línea local. Sin embargo River logró salir del apuro a los 8 minutos, con un potente remate de Andrés Herrera que debió desactivar Gonzalo Marinelli. De esta manera llegó una advertencia para el equipo de Demichelis, que no podía permitirse repetir los errores que cometió en Córdoba.
Estuvo cerca de dar un paso en falso a los 20 minutos del segundo tiempo, tras una pérdida en campo propio de Nicolás Fonseca. Pero como es costumbre, apareció la enorme figura de Franco Armani: achicó rápido al rival y salvó al Millonario. A partir de ese momento Martín Demichelis movió su banco de suplentes, con la intención de despertar a sus dirigidos.
Pese a que River ganaba con cierta comodidad, los minutos finales fueron bastante movidos. Es que las oportunidades no se hicieron desear, tanto para un lado como para el otro. Sin embargo el resultado no volvió a moverse en el Estadio Monumental, por lo que el Más Grande se quedó con los tres puntos y le puso punto final a una pálida racha.