Lucas Pratto quedó marcado de manera letal en la historia grande de River. Ni siquiera es importante cuántos partidos disputó con el club ni cuantos goles convirtió. Ni que haya conseguido cuatro títulos con el Millonario. Sino que el cariño eterno de los hinchas se lo llevó por haber expuesto dos goles en la final de Copa Libertadores más relevante para Núñez.
Es que, los riverplatenses jamás olvidarán el silencio que produjo en la Bombonera y el éxtasis creado con el “Modo Oso” en el Bernabéu. Sin dudas que el atacante, flamante refuerzo de Vélez, hizo mucho más que esos dos tantos, pero van a pasar las décadas pero todos recordarán esos gritos en la final de la Libertadores 2018 contra el eterno rival.
“Gallardo te potencia, exprime, exige al 200%, es lo mejor que tiene, no sé si satura, mis decisiones pasaron por otro lado, no por estar saturado, las relaciones humanas desgastan. Cuando no jugaba, si no me enojaría, me retiro. Nunca le falté el respeto a nadie, siempre intenté entrenar mejor, para tener la posibilidad”, aseguró Lucas Pratto en diálogo con ESPN.
El Oso tuvo dos etapas muy delimitadas en sus tres años en el Millonario. El primer año y medio jugó como titular todos los compromisos relevantes. Mientras que el segundo año y medio vio más partidos desde el banco y como todo futbolista competitivo no estaba a gusto con esa circunstancia. Y no dejó pasar la chance para exponerlo.
¿Cómo quedó su relación con el Muñeco?
“La realidad es que las veces que charlé con Gallardo nos dijimos las cosas que nos tenemos que decir, yo tengo una personalidad rara, no tengo grises, me trató siempre bien, una relación buena, cordial. Cuando estás jugando no te das cuenta, pero cuando no jugás ves ciertas cosas que para vos podrían cambiar, y no se cambiaron”, asumió respecto a su salida a Holanda.