Mientras River y Estudiantes se jugaban un boleto para la próxima Copa Libertadores en la tabla anual de la Liga Profesional, Benjamín Rollheiser vivió una jornada muy particular. Tras su polémica salida en junio, regresó a la casa que lo vio formarse. Y, sorpresivamente, tuvo un recibimiento muy hostil por parte de los hinchas.
Hay que recordar que, tal como sucedió con Fabrizio Angileri -hoy en el Celta de Vigo de España-, Benjanmín Rollheiser se opuso a toda negociación con River. Y se negó a renovar su contrato por seis meses más. Entonces, la comisión directiva junto a Marcelo Gallardo decidió aplicarle un severo castigo: no jugar durante todo el semestre.
Todo esto hasta que su vínculo finalice. El futbolista no buscó ninguna resolución y se fue el 30 de junio por la puerta de atrás. Algo que no fue nada agradable para ninguna de las partes. Entendiendo, sobre todo, que Benjamín era una de las grandes apuestas de Gallardo en el último tramo de 2021 y donde logró marcar su primer gol en Primera.
La polémica salida de Benjamín Rollheiser
Pero antes de quedar libre, Rollheiser arregló su llegada a Estudiantes, que lo recibió con la camiseta n° 10 y lo anotó para jugar la reciente edición de la Copa Libertadores. Después de algunos meses de su salida de River, el fixture quiso que se reencontrara con la hinchada del Monumental. Y para el colmo, en un duelo importante por el ingreso a la máxima competición a nivel clubes.
Como era de esperarse, el recibimiento para Rollheiser no fue el mejor. Al momento de dar las formaciones, la voz del estadio mencionó al delantero y todo el público se unió en una silbatina unánime, acompañada de algún que otro insulto. Luego, con la pelota rodando en el Monumental, los chiflidos no faltaron. Un clima hostil para un jugador que creció allí.