El 28 de septiembre es una fecha trascedental para River. Es uno de esos días que invitan al festejo, a la celebración, al abrazo y al saludo con otros fanáticos. Es una fecha para rememorar todos los momentos felices que se vivieron gracias al club. Una fecha para recordar a ese ser querido o amigo que lo llevó a seguir los colores. Pero, ¿por qué se festeja el Día del Hincha?
Es una fecha para recordar ese familiar o amigo que te llevó por primera vez a la cancha y te enamoraste para siempre de esa camiseta. Y es también ese día que mirás al escudo y repetís una y mil veces que no hay nada más lindo que ser fanático de River. En la previa de un nuevo Superclásico ante Boca, el 28 de septiembre es una fecha para recordar todas esas victorias épicas e inolvidables contra el clásico rival.
Es una fecha que invita a la esperanza, a creer que el próximo domingo se viene otra gesta histórica en la casa de ellos. Y sobre todo, es un día para levantar bien alto la bandera de Ángel Labruna, el ídolo máximo de la historia de River. Pero, así también de la pesadilla más grande que vivieron los simpatizantes de la vereda de enfrente.
¿Por qué se festeja el hincha de River? Lo cierto es que, hablar de Labruna es hablar de River. Angelito vivió y respiró River desde su infancia hasta el día que nos abandonó en este plano. Como jugador fue el máximo goleador de la historia de la institución y del fútbol argentino con 293 tantos. Con la banda roja en el pecho dio 9 vueltas olímpicas, entre ellos un tricampeonato y tres Copas Aldao, los primeros títulos a nivel internacional.
Angelito nació el 28 de septiembre de 1918 en el barrio de Palermo. Celebrar cada 28/9 es recordar ese gen de Labruna, que no solo llenó las vitrinas del Monumental con copas y trofeos. Sino que además fue el máximo anotador en la historia de los superclásicos. Como jugador los volvió totalmente locos. Y como DT no se quedó atrás. La imagen del crack tapándose la nariz es un símbolo de esa rivalidad. Angelito fue el eterno verdugo de Boca.